jueves, 2 de febrero de 2017

La historia de la zanahoria, el huevo y el café ¿Con cual te identificas?

La historia de la zanahoria, el huevo y el café ¿Con quién te identificas?

”Erase una vez la hija de un viejo hortelano que se quejaba constantemente sobre su vida y sobre lo difícil que le resultaba ir avanzando. Estaba cansada de luchar y no tenía ganas de nada; cuando un problema se solucionaba otro nuevo aparecía y eso le hacía resignarse y sentirse vencida.
El hortelano le pidió a su hija que se acercara a la cocina de su cabaña y que tomara asiento. Después, llenó tres recipientes con agua y los colocó sobre fuego. Cuando el agua comenzó a hervir colocó en un recipiente una zanahoria, en otro un huevo y en el último vertió unos granos de café.
Los dejó hervir sin decir palabra mientras su hija esperaba impacientemente sin comprender qué era lo que su padre hacía. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café.
Miró a su hija y le dijo: “¿Qué ves?”. “Zanahorias, huevos y café”, fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas.
Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Le quitó la cáscara y observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su dulce aroma. Humildemente la hija preguntó: “¿Qué significa esto, papá?”
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo. Pero habían reaccionado en forma muy diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
El café, sin embargo era único; después de estar en agua hirviendo, había cambiado el agua.
¿Cual eres tú?, le preguntó a su hija. Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, una decepción o un despido, te has vuelto dura y rígida? Por fuera eres igual pero, ¿cómo te has transformado por dentro?
¿O eres como el café? El café cambia el agua, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
No importa cuál sea la situación nosotros decidimos como las enfrentamos y como dejamos que eso nos afecte, nos mejore o simplemente nos limite, recordemos que “Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová”. Salmos 34:19


miércoles, 1 de febrero de 2017

¡Mi PADRE es el piloto!

¡Mi PADRE es el piloto!

Una niña abordó un avión para viajar a Nueva York, llamando la atención de todos. Subió al avión con boleto en mano, buscando su asiento y se sentó al lado mío. Se veía una niña educada, segura e inteligente. Me miró, sonrió, sacó un libro y comenzó a dibujar, pintar y colorear. A pesar de su corta edad, como mucho unos 8 años, no presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión.
El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia. De pronto una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero la niña mantuvo su calma y serenidad en todo momento ¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué su calma? Hasta que una mujer frenética le preguntó: – Niña: ¿no tienes miedo? – “No señora”, contestó la niña y mirando su libro de pintar le dice: – “Mi padre es el piloto”
A lo largo del camino nos vamos a encontrar con sucesos que nos sacudan como en una turbulencia. Habrá momentos en los que no veremos el terreno sólido y nuestros pies no pisarán lugar seguro. No veremos dónde sostenernos, estaremos inseguros. En esos tiempos hay que recordar que nuestro PADRE es el piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador.

Así que la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, CONFÍA y di para ti mismo/a: ¡Mi PADRE es el piloto!

PAPI QUE SIGNIFICA SER POBRE -

PAPI QUE SIGNIFICA SER POBRE?

Un Padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre, lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina.

Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo. En el carro, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo 
—¿Qué te pareció la experiencia?... 
Buena, contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia. 
—Y... ¿qué aprendiste?, insistió el padre... 
El hijo contestó: 
  • Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro.
  • Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín... y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos, berro y otras bellezas. 
  • Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumbrar nuestro jardín...mientras que ellos se alumbran con las estrellas y la luna. 
  • Nuestro patio llega hasta la cerca...y el de ellos llega al horizonte. 
  • Que nosotros compramos nuestra comida;...ellos, siembran y cosechan la de ellos.
  • Nosotros oímos CD's... Ellos escuchan una perpetua sinfonía de bimbines, chuíos, pericos, ranas, sapos cocorrones y otros animalitos....todo esto a veces dominado por la sonora saloma de un vecino que trabaja su monte.

Nosotros cocinamos en estufa eléctrica...Ellos, todo lo que comen tiene ese glorioso sabor del fogón de leña. 
Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas.... Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos. 
Nosotros vivimos 'conectados' al celular, a la computadora, al televisor... 
Ellos, en cambio, están 'conectados' a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su familia. 
El padre quedó impactado por la profundidad de su hijo...y entonces el hijo terminó:


Gracias papá, por haberme enseñado los pobres que somos! Cada día estamos más pobres de espíritu y de apreciación por la naturaleza que son las grandes obras de nuestro creador. Nos preocupamos por TENER, TENER, TENER Y MAS TENER en vez de preocuparnos por SER. 

MI MADRE TENIA UN SOLO OJO

MI MADRE TENIA UN SOLO OJO


Mi madre tenía un solo ojo, yo la odiaba porque me causaba mucha vergüenza. Ella trabajaba de cocinera en la escuela donde estudiaba, para mantener a la familia.
Un día yo estaba en secundaria, ella vino para ver cómo transcurrían mis estudios, sentí mucha vergüenza, ¿cómo podía hacerme esto? La ignoré, y la miré con mucho odio.
Al día siguiente, mis compañeros de clase se burlaban de mí, tu madre tiene un sólo ojo, jajaja; entonces quise morirme y que mi madre desapareciera de mi vida ¡para siempre! Al volver a casa me enfrenté a ella y le dije: "haz hecho de mí, el hazme reír de toda la clase, por qué no te mueres? pero no me respondió. No sentí remordimiento alguno porque estaba muy enfadado, no me importaron sus sentimientos.
Quise irme de ese lugar, así que estudié mucho, me dieron la beca y me fui a Singapur. Estudié, me casé, compré una casa, tuve hijos y viví muy contento junto a mi familia.
Un día vino mi madre a visitarme, ya que habían transcurrido muchos años sin vernos y nunca antes había visto a sus nietos, se puso frente a la puerta, y al verla comenzaron a reírse mis hijos. Le grité: ¿Cómo te atreviste a venir aquí para asustar a mis hijos? ¡Sal y vete ahora mismo! Me respondió con calma: lo siento, creo que me equivoqué de dirección... y se esfumó.
Pasó el tiempo y recibí una carta de la escuela, era una invitación para una reunión de familias. Le mentí a mi esposa diciéndole que iba de viaje a causa del trabajo. Al terminar la reunión, me fui a la casa donde vivíamos antes, sólo por curiosidad. Me informaron los vecinos que mi madre ¡murió! No derramé ni una sola lágrima.
Me entregaron una carta, era de parte de mi madre, ponía:
Querido hijo, pensé mucho en ti, sentí mucho haber ido a Singapur y asustar a tus hijos, no fue esa mi intención. Me puse muy contenta al saber que ibas a acudir a la reunión de la escuela, pero no pude levantarme de la cama para ir a verte. Siento mucho en varias ocasiones causarte vergüenza durante tu vida. ¿Sabes? cuando eras pequeño tuviste un grave accidente y ¡perdiste un ojo! y como toda madre, no pude dejar que crezcas con un solo ojo... y por eso te di mi ojo. Y estuve contenta y orgullosa de que mi hijo podría ver el mundo con ¡MI OJO!
Con todo mi amor
Tu madre