El joven y el paracaídas
El joven y el paracaídas
Un joven turista se
encontraba en la playa y era la primera vez que subiría en un paracaídas jalado
por una lancha.
Imagínate, el joven no
sabía nadar y tenía las siguientes preguntas en su cabeza:
¿Qué pasará si la lancha
me arrastra mar adentro, antes de que me eleve el paracaídas?
¿Qué tal si una vez en el
cielo, me caigo de semejante altura?
A pesar del miedo, decidió
actuar y confiar en la incertidumbre. Sabía que era una experiencia nueva y era
natural tener miedo. Pero también sabía que la vida es eso, experiencias nuevas
y que tenía que estar abierto ante la vida.
Se puso el arnés. Escuchó
con nerviosismo las últimas indicaciones del instructor. “Ruuuuuum” se escuchó
el sonido del motor de la lancha que iniciaba su recorrido al mar. El joven
comenzó a caminar al principio y después a correr a medida que la velocidad
aumentaba.
Y llegó el momento en que
tuvo que pegar un salto para evitar caer al mar “¡Guuuuuaaaaaauuuuuu!” no lo
podía creer, el paracaídas se elevó y en cuestión de segundos, estaba a muchos
metros encima, viendo el mar y los hoteles de la ciudad, como si fueran casas
de juguete. Y sintió paz.
“Qué emocionante, nunca me
hubiera imaginado que sería tan fácil y divertido” y disfrutó de la hermosa
vista desde el cielo.
¿Qué podemos aprender de
este joven? Es natural tener miedo ante lo desconocido. La imaginación crea mil
y un fantasmas pero son eso. Fantasmas. No existen en realidad y son
auto-creados.
Mi pregunta es: ¿Cuántos de
nosotros evitamos tener experiencias nuevas por temor a lo desconocido?
Aún más fuerte: ¿Cuántos
miedos imaginarios has acumulado durante tu vida, que te han evitado
experimentar cosas nuevas y ser feliz?
“Muchos sinsabores he
tenido en la vida, la mayoría de los cuales nunca me han ocurrido”. Exacto. Si
analizas tu vida a la luz del pasado, descubrirás que lo que más temes nunca
pasó y cuando sucedió, resultó ser una experiencia única y placentera.
Te invito a que busques
dentro de ti, aquello que has evitado hacer por mucho tiempo, por culpa de esos
fantasmas imaginarios y lo hagas.
¿Y quién sabe? Quizás
disfrutes de una hermosa vista del cielo, como el joven de la playa.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal